UNA LLAMA DE CONSCIENCIA
Una llama de consciencia.
Fernando Galeana Padilla.
Un resplandor fue la llama que encendió mi consciencia, por ese lado lleno de un contexto desmedido había confundido el andar de los años, se acostumbra perder la luz cuando deja de observarse con atención, el sentido común es causa a veces de sombras impidiendo acariciar otras variantes de la vida, obsequios de paisajes que están para detener el paso, sentarse y meditar lleno de gozo.
Cuando el tiempo es tu adversario se vuelve un dolor de cabeza porque solo ahí tiene ese significado, al dejar de verlo como tal se sienta contigo y suenan risas cómplices.
Para esta sabiduría se acumulan granos de arena y sal, la espuma es una hoja blanca mandándote mensajes de escribir nuevas narrativas, ya sumergirte en ese océano las probabilidades de alcanzar un horizonte como el de la bahía de Acapulco, es vivir en ese paraíso.
Lógicamente hay incrédulos, gentes que han sufrido, cualquier ejemplo sobra, este espacio es de disfrute, a ellos les tocarán experiencias para comprender que existen paraderos con poder de hacer y provocar cambios sustanciales.
Las gaviotas picotean entre mis pies acangrejados, les atrae la falta de posturas falsas, el lenguaje de una naturaleza luminosa. En el agua los coloridos peces circulan sin miedo, mojo los oídos para escucharlos, me cantan, la letra habla una especie de ruego: dejen de ensuciar, vivir no es posible sin ustedes, sin nosotros.
Domingo 27 de noviembre de 2022.