SENTIRSE SEDIENTO
Entonces tú, crees que tomándose
cinco botellas de tequila es suficiente
remedio de tantos males.
La prisa presiona el gatillo al otro día,
el asco se vomita y se cepilla
con crema dentífrica barata.
Vuelve la sombra de sentirse
sediento de algo intangible,
la marea te lleva hasta el océano
donde flotan las botellas.
En el ardor de la piel que te carcome
como un cáncer desatendido,
te ruegan tus padres, te ruega la vida.
Muestras tus labios con huellas de humo denso,
la noche está contigo a veces te abandona,
a veces eres tú que la traiciona.
Eres la canción que ya es corrido,
tus amigos la cantan, los vecinos,
cada victima tuya y tus victimarios.
La calle es la escuela reformada,
es la opción donde no importa el presupuesto.
Se desarrollan competencias de innegable sufrimiento.
Por un lado llegas temprano a clases
para salirte a tiempo, por el otro haces que te saquen
para sentirte adentro.
Miras en los espejos como queriendo reencontrarte,
preguntas al de al lado que te sigue,
ese que también eres tú, que te tolera.
Los relojes no funcionan contigo,
los empeñas en la vida,
los empeñas en la muerte.
Sólo por hoy es un dicho
que no hace eco en tu frecuencia,
a veces te quedas con la vista hacia arriba esperando,
esperando y en eso, va otro trago.