SE SECÓ EL NARANJO
Se secó el naranjo,
sus fuerzas agotadas,
secaron sus raíces,
su tronco, sus ramas.
Las hojas,
su fragancia,
resisten a mi apego.
Las semillas,
tal vez se irán al basurero,
caerán en la acera,
que pisará el transeúnte atento a un móvil,
¿Cuál es la probabilidad de perpetuarse un muerto?
La primavera ha llegado,
te llora, te abraza,
como antes cantando contigo,
te envuelve en sus vientos,
te habla, te arrulla, te entierra.
Los pájaros extrañamente
se posan esperando milagros,
tus naranjas van secando
las pocas lagrimas que quedan.
El color delata tu rostro perdido,
esos ojos verdes,
quedarán en la memoria
de un aroma a té inigualable.
Te soñaré despierto,
frondoso,
con tu traje combinado y tu corbata ajustada,
recordaré tus movimientos rítmicos, traviesos.
Ya hice todo para recuperarte,
lamento no lograrlo,
agradecido estoy aquí
contigo por esos años por esos frutos,
por esas hojas, por tu compañía.
Se secó el naranjo y
los ojos que a esta edad
le daban vida, también se están secando.
GAPFER
Marzo 20 de 2016.