Poema,  POETAS DE GUERRERO,  Puerto de Poetas

NO HAY FORMA NI SALIDA

No hay forma ni salida.

Fernando Galeana Padilla.

Zumbando los oídos concentró mis odios,

el tiempo ocupa un espacio largo,

profundo, desesperado, se ahoga conmigo,

me amaga, me hace un tráfico aeroportuario.

 

Había alguna vez una hamaca que me sostenía,

era un movimiento armónico, no faltaba imaginación,

enredaba a veces entre sueños.

 

Sobre todo, enredaba con sus juegos,

en la música perfecta los oídos se acurrucaban

cantando rolas de alegría, cuando no había letras se inventaban.

 

Insistiendo en no quejarme, se atraviesan etapas

que agitan las cuerdas de una guitarra desafinada,

no sólo fastidia al oyente sino a quienes tiene a su alrededor.

 

Imaginar un bosque solitario, el sonido de un viento suave,

las frases de una bella mañana o tarde noche no resuelven nada.

 

Acostumbrándome a un nuevo tiempo lo maldigo,

no para verme con carácter, más bien para ensayar posibilidades.

 

Una forma del sinsentido que viene como embalse,

discrepa de ciertas cosas que se enfrentan

como destinadas y titulamos mala suerte.

 

La risa despreciable que salpica llena de burla

cuando el fracaso se viste de elegante saco,

los transeúntes siguen el paso y las miradas te provocan.

 

Te desespera continuar y establecer un límite,

sigues convencido del camino escabroso,

de las dificultades de usar el potencial creativo.

 

Me doy palmaditas estúpidas a un ánimo que no está muy satisfecho,

luego pregunto con el fin de comprenderme alguna duda valiosa.

 

Persiste el ruido, en esa constancia me acostumbro,

me voy enloqueciendo con la normalidad de cualquier loco.

 

El mar de ojos gira en un contexto indescriptible,

se rumora, se pierde el sentido de cualquier palabra,

se afilan, cortan, hieren, se enumeran para joderte.

 

No he buscado sombra, ni refugio, los árboles no existen,

ni las sombrillas sirven, una paloma en mi cabeza no hace más que zurrarme.

 

Desde esta zona donde te encuentras tus fracasos,

la nomenclatura los repite para no perderte,

los ojos no dejan de verte, las bocas no cesan de recordarte,

las palabras te persiguen hasta vencerte.

 

No hay forma, ni salida, repito el primer verso:

Zumbando los oídos concentró mis odios,

el tiempo ocupa un espacio largo, profundo, desesperado,

se ahoga conmigo, me amaga, me hace un tráfico aeroportuario.

 

Dicen que de poeta y loco tenemos un poco, yo animado en mi locura, gusto de escribir desde hace algún tiempo. Ahora mismo comparto contigo en este espacio que nos junta con el mundo, la amorosa reflexión en esta obra sencilla, en la que encontrarás la profundidad de un corazón latiendo en la creativa escritura que emana como sonrisas festivas. Te agradezco por visitar las veces que desees esta boya que indica algo en el océano inmenso de las letras, como la cercanía a un Puerto de poetas donde las palabras son las olas que llegan refrescando el alma. Yo soy a lo corto y a la distancia solo un puente entre el corazón y el pensamiento que hacen de el espíritu creativo la oportunidad para liberar al ser humano e integrarse plenamente. Te abrazo fuertemente por ser ese buscador que encuentra y llega tocando con los brazos abiertos de su inquietud humana. GAPFER.