LOS LÍMITES DE LA INCONCIENCIA
Nos lanzaron balas y nos escondimos, respiramos la
sobrevivencia, todo era pobreza detrás de las
pocas fortalezas, los ricos, más ricos,
haciendo negocios, con las mafias que reprimen,
saboreando su manjar de ambiciones insultantes.
Los demás que no teníamos acceso ni siquiera a la pobreza,
nos rebelamos, salimos de las piedras con gran odio,
con hambre, decididos, la muerte apadrinándonos,
trajo el pan de cada día,
de las migajas de unos comensales al por mayor
disponen este privilegio.
Hay un país con una sola historia,
la de los jodidos, jodiéndose.
En las fortalezas los desperdicios se tiran por
las televisoras en forma de donaciones y
asociaciones escrupulosas disfrazadas.
La soberanía es la puta de los que mandan,
es la dignidad que secuestraron los compinches
del imperio que pervive en el control del mundo.
Este planeta está lleno de miseria y sin embargo se mueve,
somos los que llenamos las cifras que embellecen los
economistas, somos personajes de terror
en la real vida de mierda
que salpica desde arriba.
Aquí es donde la inquisición reduce a cenizas
las protestas legítimas globales,
donde se avienta algo que comer
para gozo del hambriento,
donde el ser humano ha perdido el rumbo.
Un Comentario
gapfer
HOLA.HOLA.