ES DICIEMBRE
Es diciembre, nos alcanzó el tiempo de las reflexiones, lo que hemos logrado, esas metas que recordamos como compromisos de inicio de año. se va llegando al momento de la evaluación de todas nuestras causas, la mirada se torna bastante nostálgica a momentos, se encienden luces, hay un tiempo de descanso, propicio para la meditación. Cada uno sabiamente decide como enfrentar el cierre anual, cada etapa y sus consecuencias. Lo destacado es que este momento es muy compartido, se celebra de muchas formas. Celebremos juntos. ¡Felices Fiestas! De parte de quienes hacemos posible este Latir del Corazón.
-
LOS SONIDOS DE ESAS PALABRAS
Los sonidos de esas palabras. Fernando Galeana Padilla. De qué no he hablado en largo tiempo, qué es lo que he callado, los sonidos de esas palabras no llegan, no se oyen, no se han liberado. Pensaré despacio lo que oculto, abriré ese extravío guardado en sus cerrojos de prisión violenta, consideraré las precauciones, sin forzar las cerraduras. Amanecerá el tiempo de invierno, otra vez la temporada, la luz reflejando nieve en las pantallas, las luces postizas de las casas, los cantos de los almacenes, lágrimas de niños pobres, rostros de fotografías. Caminaré, no basta con sentarse para sacudir memorias, la orfandad se siente en las calles, se tolera, se…
-
SIN UN FONDO PREVIO
Sin un fondo previo. Fernando Galeana Padilla. La música se oye suave, no hay mayor susurro: ni del viento, ni de los recuerdos, el corazón no vibra, al menos no se siente. Miras la distancia sin la acostumbrada nostalgia, sin el brotar de lágrimas, sin un fondo previo, sin imágenes. Calla todo para oír la melodía, los acordes de un piano que entiende todo, las notas vuelan, se respiran, se vuelven luces intermitentes. El espacio es perfecto, su acústica es saludable, llena lo que hay que llenar, se va sumando al oído un aliento de vida.
-
NO SE EXTRAÑEN
No se extrañen. Fernando Galeana Padilla. Esta vez me gusta correr al aire libre, voy despacio no como en los tiempos de juventud que rompía mis propias marcas. Con este ritmo es suficiente para un esqueleto olvidado entre tantas diligencias. La sudoración hace las veces del refrigerante de los autos, mantiene el cuerpo a una temperatura equilibrada. Así podría ser todo cuando se compenetra uno con la vida, cuando te vuelves tiempo, oportunidad, belleza, asombro, conciencia. No lo sé mañana pero hoy es ya un histórico día en que el cuerpo venció al pensamiento, seré más cuerpo de aquí en adelante, no se extrañen si ya no escribo. Domingo…