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SE SECÓ EL NARANJO
Se secó el naranjo, sus fuerzas agotadas, secaron sus raíces, su tronco, sus ramas. Las hojas, su fragancia, resisten a mi apego. Las semillas, tal vez se irán al basurero, caerán en la acera, que pisará el transeúnte atento a un móvil, ¿Cuál es la probabilidad de perpetuarse un muerto? La primavera ha llegado, te llora, te abraza, como antes cantando contigo, te envuelve en sus vientos, te habla, te arrulla, te entierra. Los pájaros extrañamente se posan esperando milagros, tus naranjas van secando las pocas lagrimas que quedan. El color delata tu rostro perdido, esos ojos verdes, quedarán en la memoria de un aroma a té inigualable. Te soñaré…