LOS DEMONIOS DEL TIEMPO
LOS DEMONIOS DEL TIEMPO
Por Fernando Galeana Padilla.
Podríamos cambiar el tema que nos imponen y
penetrar explorándonos sin reservas,
sin juicios a priori, más allá de tu protección y la mía,
derribar esas murallas llenas de estructuras que afectan nuestra libertad.
A dónde conducirá esta conversación. No lo sabemos,
eso es lo enriquecedor,
la tenacidad para hallar esas palabras que nos desafían,
la belleza de ser natural en nuestra condición humana.
Estoy nervioso, siento un cuerpo diferente,
veo tu boca moverse y te escucho mientras sutilmente
abordan las sensaciones que caracterizan a un ser vivo.
Me miras de una manera distinta
con ternura que provoca suavidad en tu voz motivada,
te reconozco y me reconoces,
hay una mutua emoción de profunda intimidad,
compartimos un momento más allá del desayuno.
Los demonios del tiempo van apoderándose
tras una cruenta lucha. Nos damos cuenta no ser libres
como imaginada primavera en su eternidad.
Podríamos seguir desnudos, disfrutándonos,
explorándonos sin reservas, sin juicios a priori,
más allá de tu protección y la mía,
derribando esas murallas llenas de estructuras
que afectan nuestra libertad.
Somos conciencias dispuestos a escapar unos momentos,
oírnos, tocar esas voces que cuelan palabras vivas,
que nos juntan, que nos abrazan en la clandestinidad
de la prisa donde habitamos.