UNA VOZ
Una voz repicó a otra remontando vuelo,
voces abrazadas encontraron nuevos ecos significantes,
Dolía mucho el silencio forzado, el llanto reprimido,
el hueco profundo, las tripas meciéndose en la muerte apresurada.
Fuera otoño, invierno, primavera o verano,
ya nada cambiaba las impunes manos asesinas,
las desapariciones, complicidades, agresiones.
Solo en el encierro los miedos no se contagian,
ni se comprenden.
Desentendidos de la vida aparece la muerte,
opción multiplicada en la desgracia.
Son los olvidos los peligros más dañinos,
la insensibilidad y apatía.
Las calles ambicionan el poder
que la inseguridad despoja al transeúnte.
GAPFER